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Itziar González de Arriba, la nutricionista que trabajó con el primer equipo del Real Madrid, interpuso una demanda contra el club por acoso laboral y reveló en el proceso varios episodios de desprecio y burlas a su labor por parte de los servicios médicos y parte del personal interno. González, con amplia formación en nutrición, fisioterapia y terapias relacionadas, llegó a la entidad blanca tras ser recomendada por los resultados obtenidos con jugadores como Dani Carvajal, Rodrygo y por supuesta petición del presidente Florentino Pérez.
Según su versión, desde el primer día encontró un ambiente hostil: no fue presentada al equipo, sus mensajes y correos eran ignorados y recibió mensajes despectivos de colegas que le dijeron que estaba en el club por un “capricho” presidencial y que harían todo lo posible para que se fuera. Incluso relatan acusaciones infundadas, como la supuesta sustracción de un lote de suplementos que ella tuvo que refutar.
En su denuncia, González apunta a hechos que, afirma, se repetían cotidianamente: en el buffet servían alimentos que había desaconsejado, el chef ignoraba sus indicaciones, el personal de suplementación preparaba lo distinto a lo prescrito y los médicos y fisioterapeutas decían a los jugadores que no siguieran sus pautas. Parte del personal incluso le dijo que “con eso tenemos 15 Champions”, en referencia a no cambiar nada y burlarse de su trabajo.
La nutricionista sostiene que, pese a estas trabas, varios futbolistas mejoraron físicamente con sus recomendaciones, pero la hostilidad no cedió y eventualmente solicitó marcharse. Tras negarse inicialmente, el club le comunicó luego que debía trabajar desde casa y, en ocasiones, se le impidió acceder a la ciudad deportiva de Valdebebas alegando razones de seguridad. Tras esto, afirma que el proceso la dejó con ansiedad y pesadillas, y pide no solo el reconocimiento de la verdad sino una disculpa pública del Real Madrid por lo vivido.
Según su versión, desde el primer día encontró un ambiente hostil: no fue presentada al equipo, sus mensajes y correos eran ignorados y recibió mensajes despectivos de colegas que le dijeron que estaba en el club por un “capricho” presidencial y que harían todo lo posible para que se fuera. Incluso relatan acusaciones infundadas, como la supuesta sustracción de un lote de suplementos que ella tuvo que refutar.
En su denuncia, González apunta a hechos que, afirma, se repetían cotidianamente: en el buffet servían alimentos que había desaconsejado, el chef ignoraba sus indicaciones, el personal de suplementación preparaba lo distinto a lo prescrito y los médicos y fisioterapeutas decían a los jugadores que no siguieran sus pautas. Parte del personal incluso le dijo que “con eso tenemos 15 Champions”, en referencia a no cambiar nada y burlarse de su trabajo.
La nutricionista sostiene que, pese a estas trabas, varios futbolistas mejoraron físicamente con sus recomendaciones, pero la hostilidad no cedió y eventualmente solicitó marcharse. Tras negarse inicialmente, el club le comunicó luego que debía trabajar desde casa y, en ocasiones, se le impidió acceder a la ciudad deportiva de Valdebebas alegando razones de seguridad. Tras esto, afirma que el proceso la dejó con ansiedad y pesadillas, y pide no solo el reconocimiento de la verdad sino una disculpa pública del Real Madrid por lo vivido.
