¿El ataque en el CCH Sur evidenció la necesidad de atender de fondo la salud mental en adolescentes?
El ataque registrado en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur de la Universidad Nacional Autónoma de México, puso sobre la mesa una preocupación que diversas organizaciones civiles han señalado desde hace tiempo: la falta de políticas públicas sólidas para atender la salud mental de niñas, niños y adolescentes en México.

El caso que encendió las alarmas
El lunes 22 de septiembre, un estudiante de 19 años ingresó encapuchado al plantel, armado con un cuchillo, y agredió a un alumno de 16 años, quien perdió la vida. El agresor fue detenido tras intentar huir y sufrir fracturas.
El llamado de las organizaciones civiles
Tras lo ocurrido, la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) advirtió que este episodio no debe verse como un hecho aislado, sino como reflejo de un problema más amplio.
“Lo sucedido en el CCH Sur no puede entenderse únicamente como la historia de un victimario y una víctima. Nos recuerda que detrás de cada expresión de violencia hay carencias estructurales, como la ausencia de servicios de salud mental accesibles y oportunos”, afirmó Tania Ramírez, directora ejecutiva de REDIM.
Más allá de protocolos de seguridad o revisiones en las escuelas, especialistas y organizaciones subrayan que la raíz del problema está en la falta de políticas públicas integrales de acompañamiento y prevención.
“Cuando un adolescente llega a sentirse escoria o sin futuro, estamos frente a un fracaso colectivo. No basta con revisar mochilas, o criminalizar: necesitamos políticas públicas de acompañamiento y prevención con perspectiva de derechos humanos, género, transformación de conflictos y paz desde lo cotidiano”, agregó Ramírez.
El caso evidenció la urgencia de atender la salud mental en los adolescentes.