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Ángeles Marcial Mejía lidera un cambio profundo en el agro mexicano. Su empresa, Earth IoT, diseña estaciones de monitoreo equipadas con sensores que recopilan datos climáticos y del suelo. Esta tecnología inclusiva permite a los agricultores optimizar recursos, elevar la producción y minimizar el gasto en fertilizantes.
El sistema funciona como un "confidente de tu cosecha". Mediante inteligencia artificial, el software interpreta necesidades hídricas o nutricionales de cada cultivo. Los trabajadores reciben notificaciones precisas directamente en WhatsApp sobre cualquier anomalía o requerimiento del sembradío. Marcial explica que el objetivo es permitir a los usuarios "escuchar a las plantas" para evitar riegos excesivos.
La relevancia de este proyecto radica en la desigualdad del sector. En México, más del 90% de los productores poseen parcelas pequeñas o medianas, pero solo siete de cada cien acceden a herramientas digitales avanzadas. Con esta innovación, un campesino puede ahorrar hasta 100 metros cúbicos de agua anuales y potenciar su rendimiento un 50%. Además, la iniciativa reduce 14 toneladas de dióxido de carbono, protegiendo el ecosistema.
El camino hacia el éxito fue complejo. "Desarrollar tecnología en México no es nada fácil", confiesa la ingeniera al recordar la desconfianza inicial de los inversionistas. Muchos dudaban de la rentabilidad del campo. Sin embargo, su resiliencia familiar la impulsó a demostrar que el cambio real es posible.
Hoy, la joven emprendedora fomenta programas para empoderar a mujeres rurales y jóvenes. Mejía asegura que las nuevas generaciones poseen la fuerza necesaria para renovar las tradiciones productivas. "Los jóvenes como yo tenemos poder para cambiar las cosas", sentencia mientras visualiza un futuro agrícola sustentable y tecnológico.
