El inicio de la temporada invernal ha expuesto una gran disparidad en la campaña de vacunación. Mientras los centros de salud de la Secretaría de Salud ya están aplicando dosis contra el coronavirus y la influenza, las instituciones de seguridad social más grandes del país, el IMSS y el ISSSTE, no cuentan con la inyección de refuerzo y no han proporcionado una fecha de llegada.
En los centros de salud se está utilizando la vacuna Moderna (Spyvax), y la aplicación está restringida a grupos vulnerables. Los beneficiarios prioritarios son adultos mayores de 60 años, mujeres embarazadas, personal sanitario, y personas entre 5 y 59 años con comorbilidades graves, como diabetes, cáncer u obesidad. La meta inicial es de 12 millones de dosis.
Para el público general sin comorbilidades, la instrucción es esperar alrededor de una semana más. Al 17 de octubre, la dosis no está disponible para el grueso de la población en ninguna institución pública de la capital.
La única alternativa inmediata para quienes no son población de riesgo es la vía privada. La vacuna actualizada de Pfizer ya se encuentra en farmacias, con un costo estimado entre los 600 y 800 pesos.